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Hotel en Varadero…

Finalmente llegamos a nuestro hotel en Varadero y fuimos muy bien recibidos.  Cuba me daba la impresion de que hubiera viajado hacia atrás en el tiempo, los autos antiguos, las instalaciones de los hoteles, sus muebles… no se para mi tiene cierto encanto y nostalgia.  En fin, después de registrarnos fuimos a nuestras habitaciones a dejar las maletas.  Eran bastante sencillas, pero estaban limpias que era lo importante.  Para variar teníamos hambre y era un hotel todo incluido así que decidimos comer unos sandwiches en uno de los restaurantes de playa para poder cenar bien.  Por fin nos relajamos viendo su hermoso mar…

Camino a Varadero…

Por la mañana, después de desayunar en el hotel, teníamos programado salir a Varadero para pasar tres noches en sus maravillosas playas.  Rentamos un auto en la agencia del hotel y esperamos un poco para que nos lo entregaran.  Definitivamente no son tan cuidadosos como en otros destinos turísticos;  nos entregaron un coche sucio, aún con botellas de agua abiertas y basura de los turistas que lo usaron antes…  Otras personas nos adviriteron que tuvieramos cuidado por que siempre infraccionaban a los turistas…  Subimos nuestras maletas y tomamos la carretera muy entusiasmados…

Llegando al primer hotel en Cuba…

Acostumbrados a la calidez del mexicano, a la atención que hay en nuestros hoteles y en la mayoría de los destinos a los que hemos viajado por supuesto esperabamos lo mismo en Cuba.  Nos hospedamos en un hotel de la cadena Melía.  Bajamos del taxi con nuestras maletas y pasamos a la recepción, había bastante gente, pero las señoritas que registraban a los turistas no llevaban orden, la gente no estaba formada, conforme llegaban se acercaban al mostrador y hablaban, por lo que atendían a todo el mundo al mismo tiempo y a nadie!  Después de un rato finalmente pudimos subir a nuestras habitaciones para dejar las maletas e iniciar la aventura.

Consejos para unas vacaciones llenas de romance…

Quien no quiere pasar una nueva luna de miel con su pareja y que además todo sea perfecto.  Aquí va mi primer consejo, no planeen demasiado las cosas y recuerden que las cosas nunca son perfectas o tal como uno las pensó, si algo no sale conforme a lo planeado, dejenlo pasar, nada grave sucederá.  La base para pasarla bien es estar relajado.  Cuando empaquen para sus vacaciones olviden fuera de sus maletas los problemas, las quejas, el estress y el mal humor;  no lo lleven, no lo necesitan para su viaje.  Empaquen detalles, ropa linda, el perfume que te gusta…  Seleccionen un destino donde puedan descansar y compartir, que hayan actividades que ambos disfruten….

Tradiciones de fin de año….

Costumbre bien arraigada para fin de año en mi familia ha sido la de comer las doce uvas, una con cada campanada y pidiendo un deseo por cada una, luego un brindis y abrazos para desearnos todo lo bueno que uno puede querer para la familia.  Mi hermana suele salir corriendo con maletas, para ver si el año que comienza le trae viajes, por supuesto la ropa interior amarilla (para el dinero) y roja (para el amor) no puede faltarnos.  Siempre hay alguien que nos regale borreguitos para la lana…  Se de personas que barren su entrada, creo que para que se vayan las malas vibras, otros tienen lentejas, o un billete en el zapato para la abundancia…  No cabe duda que somos en México un pueblo de tradiciones y leyendas….

Finalmente en México.

A pesar de que fueron increibles estas vacaciones, siempre se siente cierta nostalgia por regresar a casa cuando uno ya lleva tiempo fuera.  Sin querer reconocerlo del todo, nosotros ya teníamos ganas de estar en nuestro hogar.  Finalmente después de once horas atrapados en el asiento de un avión de Aeroméxico, pisabamos nuestro país.  Pasamos migración, recogimos las maletas, salimos de la terminal dos y como aún no llegaban por nosotros y teníamos hambre, decidimos comer algo en el aeropuerto.  Que sería?  Tacos sin dudarlo!  Bienvenidos a México!

Un nuevo día… de regreso a casa.

Finalmente estas maravillosas vacaciones concluían.  Sonó el teléfono, era nuestro servicio de despertador.  Rápidamente nos levantamos, dimos un baño y maletas en mano bajamos a la recepción.  No teníamos nada que pagar, de todo se había encargado Royal Holiday, nuestro club vacacional (www.royal-holiday.com ).  El empleado de recepción llamó por telefono al taxista y este le dijo que estaba parando en la puerta, así que nos despedimos y nos subimos rápidamente.  En menos de una hora ya estábamos llegando al Aeropuerto para documentarnos y abordar el vuelo de Aeroméxico que nos regresaría a casa.

Llegando a Londres…

Fué un vuelo muy corto de Miunich a Londres, no tomó ni dos horas.  El avión cómodo y la atención del personal de Lufthansa inmejorable.  Recogimos nuestras maletas y tomamos el metro hacia la ciudad.  De nuevo habíamos reservado nuestro hotel a través de nuestro club vacacional, Royal Holiday, así que el asesor que nos ayudó nos envió toda la información que necesitabamos para llegar.  Sin ningún contratiempo en menos de una hora ya nos encontrabamos en la recepción recibiendo las llaves de nuestra casa en Londres.

Dejando Alemania.

Temprano nos levantamos y salimos del hotel, camino a la estación de trenes.  Teníamos boletos de nuevo por Lufthansa para volar a Londres.  Con nostalgia de madrugada recorrimos las calles y llegamos a la estación donde tomamos el tren que nos llevaría al aeropuerto.  Una vez ahí registramos nuestras maletas, tomamos un desayuno ligero, compramos un par de souvenirs y nos dirigimos a la sala donde abordaríamos.  Listos para emprender una nueva aventura, ahora en Inglaterra, donde al parecer las cosas serían aún más fáciles ya que su idioma si lo dominamos …

Lavandería de media noche….

Estabamos a la mitad de las vacaciones y por supuesto viajamos con maletas pequeñas para no cargar y no pagar cargos adicionales por equipaje, así que la ropa se agotaba.  El servicio de lavandería en el hotel era muy caro.  Nuestro asesor vacacional con Royal Holiday nos había dicho que había una lavandería de auto servicio próxima al hotel, así que preguntamos en la recepción y nos dieron un mapa, indicándonos que a dos cuadras se encontraba.  Maletas en mano a media noche salimos decididos a lavar..,.  Fue divertido entender el funcionamiento de las máquinas en alemán y después de batallar un poco y tres cafés de la máquina expendedora, por fin teníamos ropa limpia y seca!  Miunich definitivamente tiene todo para turistas!